Gente Maja

sábado, 22 de mayo de 2010

Un lugar en el Sol (A place in the Sun, 1951)

Hola a todos de nuevo corazones, tras casi un mes de ausencia forzada, vuelvo con esta magnífica película. Antes de nada, me gustaría agradeceros a todos vuestros comentarios de mis entradas anteriores y a Bruja Truca agradecerle el que las publicara por mí. A todos, gracias.
El film de se trata de una maravillosa historia de amor, que aunque en principio su argumento parezca un tanto trasnochado (chica rica se enamora de chico pobre), cuando la estás viendo, comprendes que es algo más.
George Eastam (Montgomery Clift) es el sobrino de un fabricante de bañadores de mujer y es contratado por éste. Allí conoce a Alice (Shelley Winters), una compañera de trabajo con la que inicia una relación en secreto, pues las normas de la empresa establecen que los trabajadores no pueden mantener ningún tipo de relación amorosa e íntima entre ellos.
Poco tiempo después, George, es invitado a una fiesta donde conoce a Angela Vickers (Elizabeth Taylor), una joven de la alta sociedad y de la que queda totalmente enamorado. Pronto comienzan una relación y piensan en boda.
Sin embargo, Alice está ahí, y es más, embarazada. George únicamente piensa en deshacerse de ella, pues puede truncar sus planes de ascenso social y su boda con Angela (de la que está realmente enamorado). Tramará un plan, pero en el último momento se echa para atrás... ¿o puede que no?
La cinta está basada en una obra de Theodor Dresier, Una tragedia americana.
En su visita a Hollywood a comienzos de los años 30, el cineasta soviético Sergei Eisentein, se fijó en esta novela para hacer una adaptación cinematográfica. En el estudio no hizo mucha gracia esta idea, por lo que le preguntaron al director el por qué de esta decisión y qué pensaba él sobre el protagonista del libro y sus circunstancias. El soviético dijo tajantemente: la culpa de todas las desgracias de los personajes la tiene la sociedad y los valores del capitalismo. La respuesta del estudio fue aún más tajante, le despidieron.
Sin embargo, los derechos de la novela ya habían sido adquiridos, y en la Columbia no andaban como para ir derrochando el dinero, por lo que mandaron llamar a Josef von Sternberg. El alemán, sin su descubrimiento más preciado, Marlene Dietrich, y sin su habitual cinismo soterrado, confió el guión a Samuel Hoffenstein, en una ardua lucha con Dresier por adaptar el guión. El resultado fue Una tragedia humana, con Sylvia Sydney, Phillips Holmes y Frances Dee en los papeles principales.

Veinte años más tarde, George Stevens fue el encargado de darle otra vuelta al asunto.
Se entendió a la perfección con Michael Wilson y Harry Brown, responsables del guión, y eligió a quien él consideraba que era el mejor director de fotografía del momento, William Mellor.
Los papeles protagonistas fueron para la jovencísima y sin embargo veterana Elizabeth Taylor, el retraído, extraño y sensual Monty Clift, y Shelley Winters.
Cuando llegó el momento de rodar surgió un problema: la Paramount no quería que la actriz Anne Revere (en la película hace de madre de George) estuviesa en la película porque había sido incluida en la lista negra de actores simpatizantes del comunismo. Stevens la quería a toda costa, por lo que el estudio tuvo que replegarse.
Con 19 años recién cumplidos, la Taylor era ya una actriz reconocida y de prestigio, y además por esta época, acaparaba toda la atención de los medios de comunicación por su boda con uno de los herederos del magnate hotelero Hilton. Para Elizabeth, mostrarse enamorada de un hombre en pantalla era un colorario necesario para su vida al otro lado de las cámaras. Por todo ello, el papel de Angela Vickers la llenó de esperanzas y se dedicó a él con todas sus fuerzas, atenta a las indicaciones del director y aún más a las del protagonista masculino.
Y es que para Elizabeth Taylor el encuentro con Montgomery Clift (del que nunca había visto ninguna película) representó un hallazgo de oro. Clift, como ella misma confesó, "es el tipo de hombre que una mujer podría cuidar." Es decir, un hombre con todas sus características externas de masculinidad, pero con una sensibilidad especial que hacía de él, más que una posible pareja sexual, un compañero y confidente ideal, un amigo para toda la vida.

Hasta algunos años más tarde, Montogomery Clift no le confesó su homosexualidad, a pesar de que en el plató de Río Rojo tanto John Wayne como Walter Brennan le hicieron la vida imposible por su condición sexual, tanto es así que cuando a Montgomery Clift se le ofreció un papel en otra película en la que estaría acompañado de John Wayne, lo rechazó sin pensárselo dos veces.

Los directivos de los estudios, que sabían de la sexualidad de Monty Clift y de la estrecha amistad que le unía con la joven actriz, cada cierto tiempo lanzaban todo tipo de rumores sobre un posible romance entre ellos.

Para Clift, la Taylor también fue otro gran hallazgo, ella no le desafiaba, con ella no tenía que hacer alardes de masculinidad, era una amiga, una confidente, una alumna.


El encuentro entre la belleza y sensualidad de Elizabeth Taylor y la belleza dulce y melancólica de Montgomery Clift cambió los estandares del romance en el cine, de la expresión de un romanticismo, dramático y profundo que hacía ganar credibilidad y fuerza a los personajes en lugar de restársela.

La cosecha de 1951 estuvo definida por Un lugar en el Sol, Un americano en París y Un tranvía llamado deseo.
A place in the Sun ganó seis Oscars de los nueve a los que optaba: director, guión, montaje, banda sonora, fotografía en blanco y negro y vesturaio para una película en blanco y negro.
No resultó vencedora en las categorías de mejor actriz de reparto (Shelley Winters), mejor actor principal (Montgomery Clift) y mejor película, que ese año recayó sobre Un americano en París.

La frase más importante de la película es simplemente maravillosa y dice: Te quiero. Te quise desde el primer momento en que te vi. Te quise incluso antes de verte por primera vez.
Un beso y hasta la próxima entrada corazones.

sábado, 15 de mayo de 2010

Resultado de la encuesta: Las mejores actrices.

En 24 veces por segundo queríamos saber quienes son las actrices favoritas de las personas que nos visitan y, después de muchos días, ya tenemos los resultados.
Supongo que algunos estareis de acuerdo y otros no pero puedo deciros que me esforce en hacer una lista donde hubiera actrices para todos los gustos. Si me olvidé de alguna, sepan disculparme.

Gracias a todos y cada uno de los votantes. Y sin más, aquí van los resultados.
Los tres primeros puestos han sido para:


Primer puesto
para Bette Davis con 30 votos (53%)



Segundo puesto para Katharine Hepburn, con 29 votos (51%)



Tercer puesto para Audrey Hepburn con 25 votos (44%)








Cuarto puesto para Marlene Dietrich con 22 votos (39%)


Quinto puesto para Greta Garbo con 19 votos (33%)


Sexto puesto
para Ingrid Bergman con 18 votos (32%)


Séptimo puesto para Rita Hayworth con 14 votos (25%)


Octavo puesto compartido con 12 votos cada una para Elizabeth Taylor y Marylin Monroe (21%)


Noveno puesto para Vivien Leigh con 8 votos (14%)


Décimo puesto para Ava Gardner con 7 votos (12%)


Décimo primer puesto para Barbara Stanwick con 6 votos (10%)

Décimo segundo puesto compartido para Lauren Bacall, Grace Kelly y Deborah Kerr con 5 votos (8%)

Décimo tercer puesto para Joan Crawford con 4 votos (7%)

Décimo cuarto puesto compartido para Gloria Swanson, Gene Tierney, Joan Fontaine y Sophia Loren con 3 votos (6%)

Décimo quinto puesto compartido para Carole Lombard y Kim Novak con 2 votos (3%)

Décimo sexto puesto compartido para Ana Magnani, Claudette Colbert, Greer Garson, Jane Wyman, Mary Pickford, Olivia de Havilland, Susan Hayward y Veronika Lake con 1 voto (1%)


Posdata: Intenté que aparecieran las fotos de todas las actrices que han sido votadas, aunque sea con un voto, en agradecimiento a todos los votantes, pero como el blog se "petaba" demasiado, he decidido que aparezca sólo las diez primeras.


Podría añadir algo más pero estoy muy satisfecha, sobre todo con los tres primeros puestos, así que sólo agradeceros una vez más a todos los que habeis votado y a los que se han quedado con las ganas de opinar decirles que pronto haré la encuesta del mejor actor.

Un saludo y hasta la próxima y que me disculpen aquellos que hayan sufrido las publicaciones fallidas de esta entrada.

martes, 11 de mayo de 2010

Una cara con ángel (Funny Face)


A veces empiezas a ver una pelicula que sabes que no es el tipo de pelicula que va contigo. Pero a veces es fin de semana y estás en casa con fiebre (ya estoy bien) y te da por ahí y entonces pones un musical sabiendo que posiblemente será ñoño hasta la náusea y te saldrá chantillí de las orejas. Pero lo pones, y de repente te preguntas si eres una ñoña y no te habías enterao o si es la fiebre. No fue ninguna de las dos cosas, el motivo de que me encantase ésta pelicula que no tiene ni pies ni cabeza es una criatura que si tiene pies y cabeza y que supo moverlos muy bien, Audrey Hepburn que, maldita sea, un cachorro abandonado mirándote con ojos llorosos es un monstruo a su lado.


Una cara con ángel (Funny Face, 1957) dirigida por Stanley Donen podría calificarse como una versión libre del cuento de la Cenicienta. Sólo que ésta Cenicienta en vez de trabajar para su madrastra era librera y en vez de convertirse en princesa se convirtió en modelo.

Sólo es preciso ver los primeros cinco minutos de la pelicula con la canción Think Pink para darte cuenta de que Una cara con ángel es una pelicula llena de encantadora ingenuidad.

Stanley Donen, que había sido el artífice de musicales como Cantando bajo la lluvia o Siete novias para siete hermanos fue el elegido para llevar adelante este proyecto cuya producción no sería nada fácil y a punto estuvo de no rodarse por una guerra de derechos entre MGM, (Metro-Goldwyn-Mayer) la Paramount y la Warner.

En 1951, Leonard Guershe había terminado el libreto para un musical de Broadway llamado Wedding Day con canciones de Odgen Nash y música de Vernon Duke. Esta obra nunca llegó a producirse y Gershe acabó vendiendole los derechos a la MGM.
En la MGM trabajaba el compositor y productor Roger Edens, con el que Gershe decidió sustituir las canciones de Nash y Duke por las de Ira y George Gershwin.
Así que la mezcla fue la siguiente, cogieron la historia de Wedding Day, obra de Gershe , la música de Ira y George Gershwin y el titulo de una obra musical de Broadway, Funny Face, que habían protagonizado Fred Astaire y su hermana Adele (Funny face era el apodo de Adele)
Así que entre los tres se propusieron convertir Wedding Day en un producto MGM.

El producto no era ni más ni menos que la historia de un fotógrafo, Dick Avery (Fred Astaire) que trabaja para la revista Quality, a cuya directora interpretó Kay Thompson, y que busca una modelo con cierto aire de intelectualidad. Para que la modelo tenga ese aire de intelectualidad se le ocurre hacer la sesión de fotos en una libreria (¿?) cuya librera es Jo Stockton (Audrey Hepburn). Dick se da cuenta de que aquella librera timida que no para de hablar del empaticalismo tiene todas las cualidades que él desea para una modelo, así que se propone convertirla en la mejor modelo de París.


Para elegir al actor y actriz principales también idearon una retorcida táctica. Sabían que Fred Astaire quería trabajar con Audrey Hepburn y viceversa; así que al ofrecerle el proyecto a ambos le dijeron a Audrey Hepburn que ya tenían a Fred Astaire y viceversa otra vez. Lo cual en ninguno de los dos casos era verdad. Pero salió bien y ambos aceptaron.
De hecho, Audrey aceptó incluso cuando su consejero le dijo que no lo hiciera porque el guión era malísimo. Entonces comenzaron las complicaciones; por un lado, Audrey tenía un contrato con la Paramount que no estaba dispuesta a cederla a la Metro, y por otro, los derechos de la banda sonora de Gershwin eran propiedad de Warner Bros.
Tras delicadas negociaciones, Warner vendió los derechos a MGM a cambio de una buena suma de dinero y MGM formó un lote con Edens, Gershe, Donen, Astaire y Hepburn y vendió el proyecto a la Paramount. Además de mucho dinero, la MGM consiguió los derechos para que Audrey actuara en una de sus peliculas en un plazo de tres años.


Aunque tanto Fred como Audrey estaban deseando trabajar juntos y Audrey se esforzó desde el primer dia y trabajó el doble para complacer a Fred en las escenas de baile, con el tiempo a Fred le molestó el cariño que Audrey despertó entre el director, los demás actores y el equipo técnico. Creía que el equipo la complacería más a ella que a él, porque según sus palabras, "Audrey era una dama que se salía con la suya".


El director Stanley Donen bailando con su actriz principal durante el rodaje.

Lo cierto es que la única disputa que Donen y Hepburn mantuvieron en el rodaje fue por los calcetines blancos que Audrey luce durante su baile en solitario, con la misma ropa con la que aparece en la foto anterior.
Audrey decía que sería mejor llevar unas zapatillas de ballet negras sin calcetines pues los calcetines le cortarían la linea de los pies y Donen argumentaba que si no llevaba calcetines se fundiría con el fondo y los movimientos carecerían de definición.
Al final Audrey hizo lo que el director decía y tras ver las primeras tomas le escribió una nota a Donen que decía: "Tenías razón sobre los calcetines. Besos, Audrey."


En cuanto a Fred, a los celos profesionales se le unieron la preocupación de si la historia entre Dick (Fred) y Jo (Audrey) sería creíble debido a la diferencia de edad entre ambos (Audrey tenía 27 años y Fred 57) aunque no era la primera vez que el compañero sentimental de Audrey en la pantalla era un tipo que podría ser su padre (Bogart, Fonda, Aister y más adelante Gary Cooper y Cary Grant)

Por estos motivos, Astaire pagó sus frustraciones y preocupaciones con Audrey y en más de una ocasión le gritaba "¿Pero qué estás haciendo?" Según Kay Thompson: "Fred se mostraba impaciente y quería hacerse el importante ante Audrey."
Una noche después de gritarle varias veces "¿Pero qué estás haciendo?" y repetir la misma toma hasta la saciedad, (aunque Donen la daba por buena) Audrey le confesó a Kay que trabajar con Astaire resultaba "un poco estresante" pero nunca lo dijo publicamente.

Y no sólo se mostraba desagradable con Audrey, también con Stanley Donen. Por las mañanas cuando el equipo se reunía a tomar el café para empezar a rodar, Fred se presentaba ante Donen malhumorado y espetaba "¿Qué quieres que haga hoy?" o "¿Qué hace ese por aquí?"

Audrey y Fred durante los ensayos que duraron dos meses.


No entiendo de ballet pero creo que Audrey estuvo totalmente a la altura. No en vano, tenía una sólida formación como bailarina. Desde 1939 a 1945 estudió piano y ballet en un conservatorio de Arnhem y más tarde estudio danza en Ámsterdam y en Londres con la profesora de Vaslav Nijinski. Según uno de sus profesores: «Era una estudiante maravillosa, si hubiera seguido, podría haberse convertido en una bailarina excepcional».
Pero el dinero escaseaba en su casa, y las actrices estaban mejor pagadas.

¿Porqué sería que Fred sentía celos de Audrey?

Fred haciendo de mesa para que Audrey firmase autógrafos.

No tengo ni idea de que le pasaría al pobre Fred. Y después de esta absoluta maldad, volvamos a la pelicula.

Es cierto que no es muy creible la pareja entre Dick y Jo pero es un cuento y en los cuentos todo puede pasar y, como en los cuentos, no hay ni un atisbo de deseo sexual por ninguna parte. De hecho, parece un amor totalmente espiritual.

Audrey y Fred durante un descanso

Fred Astaire resulta simpático y Audrey Hepburn resulta la criatura más adorable del mundo. Su anterior papel había sido junto a Henry Fonda y Mel Ferrer, su marido, en Guerra y Paz y, aunque estaba agotada cuando se enteró de que el papel requería cantar y, sobre todo, bailar, aceptó sin dudarlo. Y lo de cantar no lo hizo mal. Según dijo su compañera de reparto Kay Thompson: "Audrey era muy seria. La pobre estaba haciendo algo grandioso a toda prisa. Por suerte, las canciones era perfectas para ella."


Aquí os dejo la escena del baile en soliario de Audrey en el club parisino.



Según un biografo de Audrey Hepburn, en una definición que para mi es perfecta, la pelicula era "tanto una sátira como una defensa de la alta costura, una burla del existencialismo de estar por casa de los años cincuenta y un homenaje al genio de la fotografía, Richard Avedon."

La fotografía colorista es una verdadera gozada. No me interesa nada la moda, pero los vestidos (que fueron diseñados por Givenchy) están fotografiados de tal manera que el color te hipnotiza. La fotografía del vestido verde se me ha quedado grabada en la retina. O la escena de la fotografía con los globos de colores que, por cierto, fue grabada en un día de lluvia, ya que en aquellos dias que tenían preparados para grabar en exteriores no dejó de llover en París.

Pero a pesar de los dias de lluvia, se ofrece un bonito recorrido por los lugares más míticos de París, como la torre Eiffel, la Plaza de la Concordia o Montmartre.

Kay Thompson, Fred Astaire y Audrey Hepburn cantand "Bonjour, París" desde la torre Eiffel.

En cuanto a las canciones que integran la historia tienen diversas variantes: ñoñas-graciosas, ñoñas-tristes, ñoñas-alegres, ñoñas-románticas.

Os dejo el video de la canción principal, Funny Face, que es encantadoramente ñoña.



Os ánimo a verla, y a los que la hayan visto a que opinen que le parece aunque después digais por ahí que no veis ese tipo de peliculas románticonas. Quedará en este blog.

Un saludo y hasta la próxima.

viernes, 7 de mayo de 2010

Sed de mal (Touch of Evil, 1958)



Tras haber estudiado en Estados Unidos y haber contraído matrimonio con una estadounidense, el inspector Vargas (Mike, Charlton Heston), regresa a su pueblo de México para liderar la lucha contra el narcotráfico en la frontera entre USA y su vecino del sur.
Nada más entrar por la frontera le sorprende, junto a su mujer la explosión de una bomba colocada en el interior del maletero de un coche. Es en este momento cuando contacta con el capitán Hank Quintana (Orson Welles) y otros investigadores que trabajan con él.

Mientras, la delincuencia y el tráfico de drogas son manejados por Joe Grandi "tío Grandi" (Akim Tamiroff). En medio de estos sucesos, Sussie (Janet Leigh) es secuestrada por Risto Grandi, sobrino de tío Joe.

Vargas comienza a desconfiar de todo cuanto acontece, y a partir del descubrimiento de una falsa prueba inculpatoria, que lo que en realidad demuestra es la corrupción de Hank Quintana, empieza a desenredar este lío...
Vargas visitará a Tania (Marlene Dietrich), antigua amante de Hank Quintana y poco a poco empezará a atar cabos.


Nos encontramos ante un maravilloso film noir, según los expertos, el último gran título de este género de la época dorada de Hollywood. Y es que sólo un genio como Orson Welles pudo elevar esta obra, con algunos rasgos de película de serie B, a la categoria de arte.

Personalmente, prefiero otras películas de Welles, como La dama de Shangai o Ciudadano Kane, pero sin duda alguna esta es una obra maestra.

La fotografía de la película es digna de mención, ya que con los juegos de luces y sombras, crea un clímax perfecto para meterte dentro del film.



El barroquismo de la fotografía me recuerda en ocasiones a Josef von Sternberg, de quien Orson Welles siempre dijo que era un maestro.



En 1957 los directivos de la Universal llamaron a Charlton Heston por la posibilidad de contratar a Orson Welles como actor para esta película. Al mismo tiempo le hicieron saber que no tenían director para el proyecto Bondage of evil, un guión flojo y difícil de seguir escrito a partir de una novela de quiosco. En seguida todas las piezas del puzzle encajaron: ¿por qué no dirigía Welles la película? Orson modificó el guión e introdujo cambios para hacerla más suya.

La verdad es que esta cinta esta dirigida por él gracias a Charlton Heston, que convenció a los "jefazos" del estudio para que lo contratasen como director cuando muchos lo daban ya por acabado.



Lo mejor de la película, junto con la fotografía y el guión, son las interpretaciones de Orson Welles y Charlton Heston: titánicos.

Janet Leigh y Akim Tamiroff están correctos; y la aparición de Marlene Dietrich, se trata más de un guiño a la fuerte amistad que les unía que otra cosa, y además, quiso contar con ella tras su "exilio" de Hollywood, ya que en total, el papel de la actriz no supera los cinco minutos.



Genio y figura: eso era Orson Welles. Este genio maldito, divorciado y totalmente alejado ya de Rita Hayworth, y con un evidente desgaste físico, deambulaba por Europa en producciones americanas rodadas por lo general en Italia. Su último trabajo en USA había sido La dama de Shangai (al poco de estrenar esta película él y Margarita se divorciaron y fue ahí cuando Welles cayó en picado).
Considerado por todos como un director y actor acabado, y machacado por otros por comunista, sin Heston y su insistencia ante los altos cargos de la Universal, Sed de mal no existiría.


Lo más impactante de la película, la primera escena: se trata de un plano secuencia de alrededor de 4 minutos que es estudiada en todas las universidades del mundo donde el cine y/o todo lo relacionado con lo audiovisual es materia académica. Acompañado por la música de Harry Mancini, este plano sin fin en el que una cámara sigue una bomba a punto de estallar y que acaba cuando explota la bomba... es arte.

Un beso y hasta la próxima entrada corazones.

domingo, 2 de mayo de 2010

La Reina Cristina de Suecia (y otras historias...)


El Rey Gustavo Adolfo de Suecia muere durante la Guerra de los treinta años en la batalla de Lutzen. A su muerte, deja como heredera al trono a su hija Cristina de 6 años.
Obligada, como reina de Suecia, a pasar una infancia y juventud envuelta en problemas de Estado, Cristina hizo de su vida una entrega total a la corona de Suecia.

Pero además de una gran estratega política, Cristina fue una mecenas y protectora de la cultura a ultranza. Adoptó el lema “La sabiduría es el pilar del reino” y aunque la economía de la corona sueca era frágil, ella no dudó en invertir en obras de arte en Europa con el fin de enriquecer el patrimonio cultural de Suecia. De esta forma, su fama de mecenas se fue extendiendo por el viejo continente y varios intelectuales se vieron atraídos por sus proyectos, como por ejemplo, Descartes.

Era diestra en equitación, caza y esgrima y se quitaba horas de sueño para poder dedicar más horas a la lectura. Pero a Cristina no sólo le acompañaba su fama de intelectual, también le acompañaba su ambigüa sexualidad. Solía vestir con ropa de hombre porque decía que estaba más cómoda y se negó a contraer matrimonio y a tener descendencia, razón por la cual se vio obligada a abdicar.Dijo que "con el tiempo se entenderán mis motivos" y cuando el Consejo del Reino le pidió explicaciones respondió que “Si el Consejo supiera las razones, no le parecerían tan extrañas”.

La Reina Cristina de Suecia (1933) dirigida por Rouben Mamoulian es, o pretende ser, un fiel reflejo del carácter de esta reina intelectual que vivió en el siglo XVII.


La elegida para darle vida en el cine fue una actriz que reaparecería en la gran pantalla tras dieciocho meses de ausencia y que fisicamente se parecía a la verdadera Cristina de Suecia como un huevo a una acelga, la gran Greta Garbo. Su aparición en la pelicula fue anunciada a bombo y platillo. Parecía ser su único reclamo, por el trailer que más tarde os dejaré.


Para muchos, este fue el papel de su vida. Y, desde luego, pocas actrices hubiesen trasmitido tan bien la peronalidad de su compatriota sueca a los espectadores. Greta transmite al espectador a una reina dinámica, que sacrifica su vida personal por el bien de su país pero que, al mismo tiempo, no está dispuesta a sacrificarla del todo.

La versión de la Garbo es una mezcla seductora de cualidades femeninas y masculinas. Una mujer fuerte, valiente, independiente, sexualmente experimentada (estamos hablando del siglo XVII) decidida y muy inteligente.

La atracción que siente por su ayudante de cámara Ebba Squarre (Elizabeth Young) está tratada de una manera subliminal.


Al fin y al cabo, las orientaciones sexuales de la reina Cristina y las de la Garbo no eran tan diferentes. El guión de esta pelicula, estaba a cargo de Salka Viertel, S.N. Behrman, H.M. Harwood.

Salka Viertel (que estaba casada) fue amante de Greta Garbo, además de ser la responsable de presentarle a la poetisa y escritora cubana Mercedes de Acosta, con quien la actriz mantendría una duradera y tormentosa relación. A partir de ese momento, Salka y Mercedes se convertirían en rivales tanto por el corazón de la actriz como por escribir los guiones de sus peliculas.

En esta foto: Greta de pie y Salka su derecha con gorro blanco.

Salka le ganó la partida a Mercedes en cuanto al privilegio de escribir guiones de cine para la actriz. A lo largo de su vida escribiría para ella los guiones de La Reina Crsitina de Suecia, El velo pintado, Ana Karenina, Conquest y La mujer de las dos caras.

Sin embargo, Mercedes se llevó a la chica. El idilio entre Mercedes y Greta comenzó en 1931. Pero a comienzos de los años 40 Mercedes se va a vivir a Nueva York, a donde Greta le escribe. Pero Salka Viertel aún no había jugado su última carta y presenta a Mercedes de Acosta a otra actriz, Marlene Dietrich, que tenía más peligro que un mono con una pistola, dicho así para entendernos.


Los que habeis leido mi entrada sobre la biografía de Marlene Dietrich, ya sabreis que Marlene y Mercedes mantuvieron, aunque no en exclusiva, una relación durante años. Si algo tenía Marlene que no tuviese Greta era que le importaba tres pimientos que su idilio con Mercedes se hiciese público y nunca se escondieron. Hay una anécdota sobre Marlene en una cena en casa de Billy Wilder. Wilder y su esposa habían invitado a sus amigos a cenar, entre ellos a Marlene. Durante la cena Wilder le dijo a Marlene, "Cuéntanos algunas de tus experiencias amorosas con las mujeres". Marlene, ni corta ni perezoza, empezó a hablar de sus relaciones con mujeres con total normalidad. Los comensales se quedaron mudos y Wilder dijo "oh perdonad, os estamos aburriendo..."

Por desgracia para Greta, Mercedes tampoco tenía ningún reparo en que se supieran sus orientaciones y publicó un libro "Aqui yace el corazón" donde contó sus relaciones con todas las mujeres famosas, incluida Greta. La actriz le dijo que no quería volver a hablarle nunca.
Mercedes, ante la discreción y el silencio absoluto de la Garbo donó al museo de Filadelfia 55 cartas que Greta le escribió para demostrar que no estaba mintiendo, con la condición de que no las publicasen hasta que hubiesen pasado diez años de la muerte de la actriz.

En esta foto: Greta ocultándose y Mercedes de Acosta detrás.

Quizás a Greta no le sentase muy bien la relación de Mercedes con Marlene.

Los rumores del idilio entre Greta y Marlene se remontan a 1925 durante el rodaje de la pelicula La calle sin alegria, donde se decía que Marlene trabajó como extra. En una de las escenas donde Greta cae desfallecida por el hambre, se dijo que Marlene la acarició de tal manera que la escena fue eliminada de las copias de distribución de la pelicula. Y que semanas después las dos míticas actrices vivieron un torrido romance en Alemania...o no.

Asta Nielsen, ¿Marlene? y Greta en La calle sin alegria.

En realidad, parece que la actriz que durante años se confundió con Marlene Dietrich era Hertha von Walther. Juzgad vosotros mismos el parecido.


Hertha von Walther en La calle sin alegria

No se puede negar que el parecido entre Hertha y Marlene es más que evidente.

Pero lo cierto es que aunque el affaire entre Greta y Marlene es bastante conocido, salvo algunos comentarios excéntrico, Marlene no aclaró del todo que hubiese conocido a Greta Garbo, aunque según uno de sus biografíos se dice que pidió conocerla y lo hizo, pero que Greta se marchó incómoda ante tanto halago.
Por su parte, Greta jamás dijo ésta es boca es mía respecto a su vida privada.


Pero no sólo una de las guionistas de esta pelicula estaba prendada de la Garbo. Su coprotagonista, el actor John Gilbert había mantenido una relación con Greta y le pidió matrimonio dos veces. Petición frustrada en las dos ocasiones.

Pero John Gilbert que interpreta al diplomático español del que la reina se enamora, Antonio, no era en un principio el actor elegido para el papel. El papel de Antonio Pimentel era para Laurence Olivier.

La carrera en claro declive de John Gilbert empujó a su actriz principal a hacer la petición de que contrataran a su antiguo amante y amigo en vez de a Olivier.
Gilbert, había sufrido como tantos otros actores y actrices la crisis que supuso para muchos de ellos la entrada en el cine sonoro. Había sido uno de los mayores galanes del cine mudo romántico y en el cine sonoro quedaba ridículo. Se dice que su voz de tenor y su perfecta dicción no cuadraba con su imagen gallarda en la pantalla.
Su figura de galán fue parodiada tras su primera pelicula sonora y se fue deslustrando ante las carcajadas del público.

La Reina Cristina de Suecia fue la última pelicula que Gilbert protagonizó con Greta Garbo y su penúltima pelicula en general, pues moriría sólo tres años después por culpa de graves problemas con el alcohol.

Curiosamente, los amantes de Greta parecían ser recogidos por Marlene Dietirch, quién tuvo a su cuidado a Gilbert y literalmente se convirtió en su enfermera de dia y de noche, lo llevaba a exposiciones, restaurantes y toda clase de sitios de recreo para que no pensara en la bebida. Según dijo una de las hijas de Gilbert: "Se estaba matando y ella no estaba dispuesta a admitirlo. Marlene simplemente lo tomó a su cargo."
Incluso le consiguió un papel junto a ella en la pelicula Deseo, papel que no le dio tiempo a hacer. En 1936 sufrió un ataque al corazón y murió ahogado entre las convulsiones del alcoholismo.

Greta Garbo y John Gilbert en La Reina Cristina de Suecia.


La elección "forzada" por parte de Greta de Gilbert para la pelicula me parece adecuada por dos razones: primero por que los rasgos físicos de Gilbert eran más creibles como español que los de Lauwrence Olivier y segundo porque la química entre los dos actores principales ya estaba creada. Habían sido una pareja de éxito en la época del cine mudo, también habían sido amantes y eran amigos. Así que la química como pareja cinematográfica en esta pelicula está más que lograda.
Si bien es cierto que Gilbert resulta demasiado empalagoso en ciertas escenas.

El resto de personajes aparece como la mayoría de los personajes que interpretan a la realeza, encorsetados y estirados...todo menos la reina.

Una de las escenas que más llaman la atención en la pelicula, al menos a mí, es cuando la reina Cristina harta de los agobios de palacio se marcha a caballo para hacer noche en una posada de caballeros. En esa posada es donde se encuentra con Antonio Pimentel. Pues bien, ni el posadero ni Antonio, ni ningún ser humano de la dichosa posada se da cuenta que el "caballero" en realidad es una mujer.


¿Como es posible que logre hacerse pasar por un hombre, incluso cuando se quita el sombrero?

Pues sí, hasta que el supuesto muchacho no se quita la chaqueta para dormir, ( y se queda con una camisa anchísima) puesto que se ve obligado a compartir habitación con el diplomático español, el bueno de "Antoniou" no se da cuenta de que está ante una mujer. Que digo yo que si hubiese sido Mae West, tendría un pase que no se diese cuenta de que no era un hombre, pero la Garbo...

A raíz de ésta idílica noche que la reina pasa con "Antoniou", Cristina se enamora de él pero éste no descubrirá que se trata de la reina de Suecia hasta el dia siguiente cuando va a palacio a llevarle el cuadro de uno de sus pretendientes, el monarca español Felipe IV (muy buena la cara que pone Greta cuando ve a Felipe IV, cosa más horrorosa)

Tras una breve discusión, "Antoniou" le perdona a Cristina que le ocultara su identidad en la posada y sigue el idilío. Pero por desgracia, ni el pueblo sueco ni la política del país están de acuerdo en que el futuro monarca de Suecia sea un católico extranjero.
Tras el fracaso de Cristina al tratar de convencer al pueblo y a sus consejeros en la corona, la reina abdica por sorpresa y nombra como rey de Suecia a aquel a quien todo el mundo quería como rey consorte, el principe Carlos Gustavo, héroe nacional.


No sé nada sobre monarquía sueca pero apuesto a que la reina Cristina no abdicó por el amor de un español. Por tanto, creo que en esta pelicula se pretendió hacer un biopic de la reina Cristina de Suecia aderezado con la típica historia romántica del amor imposible, que tanto gustaba en la época.
El resultado parece ser una pelicula hecha por y para el lucimiento de su estrella principal. Por suerte, si se hace una pelicula para que se luzca una actriz, al menos que sea una actriz brillante, y eso es lo que sucede con Greta Garbo.
Y para muestra de lo que estoy diciendo, el trailer de la pelicula:



Si yo hubiese sido ella, me hubiese sentido muy presionada con este trailer...

Ella es el alma de ésta pelicula y el diestro manejo de Mamoulian con la cámara no hacen más que resaltar su atractivo, por ejemplo en la escena final. Además, el diseño artístico, el montaje y la música hacen de esta pelicula un espectáculo espléndido.
Antes de grabar la escena final a la que me referia hace unas lineas, Greta le dijo al director: "¿En que quieres que piense?" y Mamoulian contestó: "Nada, absolutamente nada."


Si habeis llegao hasta aquí, muchas gracias por vuestra paciencia.

Saludos y hasta la próxima.