Gente Maja

lunes, 31 de enero de 2011

La gata sobre el tejado de zinc (Cat on a hot tin roof, 1958)



"No vivimos juntos. Ocupamos el mismo espacio, nada más." Maggie (Elizabeth Taylor) a Brick (Paul Newman).



Nos encontramos ante la adaptación cinematográfica de la obra que le proporcionó a su autor su segundo premio Pulitzer La gata sobre el tejado de zinc caliente (al traducir el título al español la palabra caliente desapareció).
No es esta la primera ni la última vez que se lleva a la gran pantalla alguna de las obras de Tennessee Williams, otros ejemplos son De repente el último verano, Un tranvía llamado deseo o La rosa tatuada.

Podríamos resumir la cinta como una obra que trata sobre las frustraciones emocionales y sexuales, y también como un vívido retrato de la lealtad pasional.
Además, la pareja formada por Elizabeth Taylor y Paul Newman en esta película es una de las más memorables del cine: una combinación ardiente de belleza, pasión y talento. Pero no solo por eso, además porque esta película supuso para ambos un punto de inflexión en sus carreras.



- ¿Sabes cómo me encuentro? ¡Cómo una gata sobre un tejado de zinc recalentado por el Sol! Maggie (Elizabeth Taylor).
(...)
- ¿Cuál puede ser la victoria de una gata sobre un tejado de zinc caliente? Brick (Paul Newman).
- Continuar en él mientras lo resista. Maggie (Elizabeth Taylor).



La gata... se estrenó en Brodway bajo la dirección de Elia Kazan y con Barbara Bel Geddes y Ben Gazzara en los papeles principales (a señalar que Burl Ives interpretó el mismo papel tanto en el teatro como en el cine). La obra obtuvo los más importantes premios Tony del año y alcanzó las 700 representaciones. Sin embargo, Williams no quedó satisfecho del resultado, ya que la censura le había obligado a suavizar algunos aspectos de la obra, especialmente los relacionados con la implícita homosexualidad del marido (algo que también ocurrió en el cine), culpabilizado por el suicidio de su compañero de deportes.



La acción se desarrolla a lo largo de una tórrida noche de verano en la que los miembros de una adinerada familia sureña se han reunido con motivo del cumpleaños del patriarca (Burl Ives), que sufre sin saberlo un cáncer terminal. El hijo predilecto (Paul Newman), temporalmente accidentado, trata de ahogar en alcohol sus frustraciones, ante la desesperación de su esposa (Elizabeth Taylor), que no logra interesarle en la disputa por la herencia, que ante la posible muerte del padre, mantienen su esposa, el hijo primogénito y su ambiciosa mujer (Judith Anderson, Jack Carson y Madeleine Sherwood).



En febrero de 1958 comenzó el rodaje de La gata sobre el tejado de zinc , y los dos actores estaban en un momento crucial de sus vidas: la película adecuada podía lanzarles al estrellato, y la equivocada, hundirlos en el fango.

Elizabeth Taylor tenía 26 años, y llevaba 15 en la escena, por lo que fue madurando, puede decirse, a medida que lo hacían los personajes que interpretaba, a pesar de que la mayoría de ellos apenas le dejaban demostrar todo su potencial... así, todos los críticos comenzaron a preguntarse cuál sería el rumbo de su carrera justo en este momento, y es que la Taylor no llamaba la atención únicamente por sus interpretaciones, sino también por su belleza y agitada vida personal.
Por otro lado, Paul Newman llevaba cuatro años de carrera cinematográfica cuando le llegó este papel. Naturalmente el estudio le contrató porque querían un nuevo "Brando", de hecho así es como lo anuciaron. Él fue uno de los grandes actores de la década junto al ya mencionado Marlon Brando, además de Montgomery Clift y James Dean (aunque éste ya había muerto), pero Newman era una tortuga entre liebres, y esta película supuso el cambio: a partir de ahora los papeles que interpretaría tendrían otro fondo diferente.



Así pues en 1958, ambos estaban dispuestos a situarse en lo más alto del star system de la época, solo necesitaban el medio adecuado, y ese era La gata sobre el tejado de zinc.

Maggie, la provocadora, y Brick, el problemático, son el tipo de papeles con los que los actores sueñan.

A Newman, el inquietante y complicado Brick le daría la oportunidad de deshacerse de esos paples de chico bien parecido en los que había comenzado a estancarse, aunque en parte ese problema se debía a esa belleza hipnótica y antinatural que poseía.Para prepararse el personaje buceó en su propia vida: su personaje en el film es un hombre con un deseo enorme que es tener una buena relación con su padre, algo que también Newman deseó en la vida real.

A pesar de que la película estaba predestinada a convertirse en un exitazo de taquilla gracias al renombre y las electrizantes interpretaciones de sus protagonistas, hubo un hecho que sobrecogió al set de rodaje, en especial a Elizabeth Taylor: su tercer marido, murió en un accidente de avioneta, pero el rodaje no cesó. La actriz se tomó casi un mes de descanso, pero la MGM no le pagó los días que no trabajó, por lo que tuvo que volver a rodar.





A partir de aquí sus carreras triunfaron como la Coca-Cola: Taylor demostró que, además de ser joven y bella, podía dar vida a papeles diferentes y muy difíciles; para Paul Newman, fue su talimán y la fuerza que le empujaría a luchar por mejores papeles.



Curiosidades y detalles:

- En un principio se iba a rodar en blanco y negro, pero finalmente se decantaron por el color porque ver los hermosos ojos violeta de Elizabeth Taylor y los profundos ojos azules de Paul Newman era más que aliciente para ir a ver la película.

- La película se estrenó en septiembre del 58, y se convirtió en la sensación de la temporada de forma inmediata: 10 millones de recaudación en taquilla.

- Estuvo nominada a 6 premios Oscars: mejor película, mejor director, mejor guión adaptado, mejor actriz, mejor actor y mejor fotografía.


Hasta la próxima entrada corazones.

jueves, 20 de enero de 2011

¡Hola Pelirroja! (Historias de Filadelfia,1940)


"Interpreté a Tracy Lord durante un año sobre el escenario, pero nadie me hizo ninguna oferta para un papel en la pelicula de Hollywood. Nadie se dio cuenta de que yo era la propietaria de la obra."
Kate Hepburn.


Historias de Filadelfia (1940) es la historia de Tracy Lord (Kate Hepburn) una niña mimada de la alta aristocracia que, dos años después de divorciarse de su primer marido, C. K. Dexter Heaven (Cary Grant) prepara su boda con un tipo aburrido y sombrío pero prometedoramente rico, George Kittredge (John Howard).

Cuando una revista sensacionalista se entera de la inminente celebración de la boda, chantajea a la familia Lord para que les permitan cubrir la ceremonia a cambio de no publicar el romance del padre de Tracy con una bailarina.
C. K Dexter, el ex-marido, es el encargado de introducir a los periodistas de la revista, Mike Connor (James Stewart) y Liz Imbrie (Ruth Hussey).

Cuando Kate Hepburn apareció en la famosa lista de "veneno para la taquilla" se retiró voluntariamente del cine y se refugió una temporada en casa de sus padres. Su productora le había rescindido el contrato y con los antecedentes de fracaso de taquilla que tenían las peliculas donde aparecía, ninguna otra le ofrecía trabajo. Además, caía mal al público, la apodaron "Katharine la arrogante."

En su retorno al mundo de la interpretación se dedicó al teatro y a una obra que había sido creada por su amigo Philip Barry. Barry había creado a Tracy Lord a imagen y semejanza de su amiga Kate, haciendo una especie de parodia de la fama que tenía entre el público de mandona y poco femenina. La representación en Broadway fue un éxito. No me resisto a poner esta foto de Kate en la obra de Broadway de Historias de Filadelfia. Habría que meter en la cárcel a quien quitó este vestido del vestuario para la pelicula...


Pasado un año del estreno en Broadway las productoras empezaron a competir por conseguir los derechos de la obra y a pensar en nuevos intérpretes. Para el papel de Tracy Lord se pensó en Joan Crawford, Ann Sheridan y Norma Shearer, nunca en la actriz que ya llevaba un año interpretando a Tracy. Pero los estudios, productores y agentes se toparon con una "pequeña minucia" cuando intentaron comprar los derechos de la obra.

Por aquella época, Kate mantenía una relación con el magnate de la aviación, Howard Hughes, quién le aconsejó que comprase los derechos de Historias de Filadelfia antes de que se estrenara. Kate pensó que era un buen consejo, pero en aquel momento no disponía de los 30.000 dólares que costaban. Y mientras ella lo pensaba, Howard los compraba y se los regalaba.


La adaptación del guión la hicieron dos guionistas desconocidos, Donald Odgen Stewart y Waldo Salt. Cuando Kate negoció con Louis B. Mayer para venderle los derechos a la Metro, le dijo que empezase con su mejor oferta, que no le gustaba regatear. Mayer le preguntó quienes eran los guionistas de la pelicula pero ella sabía que si le decía el nombre de dos completos desconocidos todo habría terminado. No sólo no le desveló quienes eran los guionistas sino que se aseguró de que estuviesen bien pagados, ya que sabía que si Mayer descubría que los guionistas no tenían nombre les pagaría una miseria. Mayer le ofreció 175.000 dólares por los derechos y 75.000 para ella por interpretar el papel protagonista. Kate le vendió los derechos a la MGM con la condición de ser ella misma la protagonista y elegir al director y los actores de reparto.

Kate y Howard


Como director, eligió a su mejor amigo, George Cukor y como actores de reparto a Clark Gable y Spencer Tracy. Estos dos últimos tenían otros compromisos, así que Mayer le sugirió a Cary Grant y James Stewart. Kate admitió que Cary Grant debería haber sido su primera opción y James Stewart le había gustado en Caballero sin Espada.

Grant escogió el papel del ex-marido. Según Kate, a Grant le dieron a escoger porque era más difícil de tratar.

James llamó a Joseph Mankiewicz, el productor, cuando recibió el guión para decirle que le gustaba el guión y la pelicula pero que le gustaría hacer el papel del periodista. Mankiewicz le dijo que si, a lo que James contestó, "¿no tienes que hablar con nadie más?" y Mankiewicz le dijo que ese era el papel que se le había asignado desde el principio.

El productor dijo que era vital que hubiese dos actores masculinos que estuviesen en un momento fuerte de su carrera para contrarrestrar la mala fama de su actriz principal, por si acaso...

Y así se formó lo que para mí es el trío más perfecto de la historia del cine en una película, el carácter de Hepburn, el carisma de Grant y la naturalidad de Stewart.


En la película se eliminó un personaje de la obra teatral, el hermano de Tracy. Según palabras de Mankiewciz se fundió a dos personajes en uno, al ex-marido y al hermano de Tracy, pues originalmente era el hermano de ésta el que introducía a los periodistas en la casa de los Lord. En la película se hace referencia varias veces al hermano de Tracy, pero nunca aparece. Así que para darle a Grant más protagonismo se hizo un pastiche raro de personajes.

La química interpretativa entre Grant y Hepburn ya estaba más que probada en otras peliculas como La Fiera de mi Niña o Vivir Para Gozar, ambos fracasos de taquilla, por cierto. Pero la química que surgió entre Hepburn y Stewart superó a la que tenía con Grant. La escena en que ambos se emborrachan en la piscina es mítica en el cine.

Aunque los comienzos de la relación entre Stewart y Hepburn fueron un poco extraños. James pilotaba y Kate entendía mucho de aviación así que ésta le dijo si podía volar un día con él. Según él, Kate no paraba de hablar y le volvió loco. James estaba deseando decirle "cállate de una vez" pero a sabiendas de que la química de la película podría estropearse no dijo nada.
"Envidié a Cary por poder darle un buen empujón en aquella primera escena de Historias de Filadelfia. Desde luego, yo no lo habría hecho, pero hubo un momento en el que no pude evitar sentir ganas de hacerlo, en concreto cuando aterrizaba el avión." James Stewart.


El famoso empujón que le da C. K Dexter a Tracy Lord en el comienzo mudo de la pelicula fue una estrategia de Cukor. En la primera pelicula de Kate, también de Cukor, éste la hizo bajar por unas escaleras con un vestido blanco para impresionar al respetable. Ya se sabe que la primera impresión... En ésta ocasión, a sabiendas de que el público le tenía manía pensó que la mejor manera en que el público "tragaría" a Kate sería que Cary Grant le diese el empujón que ellos mismos hubiesen querido darle.

El resultado de tres monumentales actores y actriz y el conocido como "director de actrices" no podía tener otro resultado más que brillante. Aunque James Stewart matizó que Cukor era un director de actores, que a él le ayudó más que a Kate, porque según él "lo necesitaba más."

También animaba a los actores a que improvisasen. Stewart improvisó sin avisar a nadie en una escena con Grant. En la escena en cuestión, Mike Connor, borracho, mantiene una conversación con Cary Grant y de repente James Stewart empezó a simular un ataque de hipo. A lo que Grant respondió con un "perdón" y se siguieron grabando.
"Una vez filnalizada la escena, Cary mostró su respeto por mi hipo. Creo que nuestra amistad posterior se fundó en este ataque de hipo". James Stewart.

Todas las escenas de Historias de Filadelfia se rodaron una sola vez. Sólo hicieran falta 8 semanas.

Este trío de ases y este director bien merecen que la película sea lo respetable que sigue siendo a día de hoy. Culturalmente está considerada como una de las mejores comedias de todos los tiempos. ¿Creeis que si no fuera por su reparto, sería tan mítica?



Es innegable, a mi parecer, que ha envejecido mal. El personaje de Kate basa su comicidad en que, supuestamente, es una mujer liberada, arrogante y, como resultado, poco femenina. Hoy en día, una mujer puede ser liberada, arrogante y no tiene porque dejar de ser femenina. Tracy Lord es una supuesta arrogante a la que hay que "domar" y volverla sumisa y ahí radica la comicidad de su personaje. Su padre, su ex-marido y su prometido le hacen ver continuamente que va por mal camino. Resulta casi de vergüenza ajena la escena en la que el padre (John Halliday) la hace llorar y hasta la convence de que no es una hija cariñosa y, por eso, él tiene un lío con una bailarina.

Hoy en día, no sólo no tiene gracia que intenten aplacar el "espíritu libre" o el carácter fuerte de una mujer sino que tampoco tiene sentido ni finalidad.

Por otra parte, el personaje de Grant, C. K. Dexter, entra y sale continuamente de pantalla hasta que llega a resultar un tanto subrrealista su papel en la historia. Gracias a su talento y carisma no se le echa de más.

Después está el personaje de la periodista Liz Imbrie, que espera a que su objeto de deseo, Mike Connors se decida si quiere o no a Tracy, totalmente sumisa, resignada, un tanto insultante.

Luego está la madre de Tracy, que es otra que tal baila, defiende sus cuernos con total orgullo. Para mi que los barniza de vez en cuando...Y claro, también intenta, como todos, que Tracy sea una borrega más.


Por otro lado, se nos presenta a Tracy como una mujer liberada, ¿liberada por qué? ¿Porque se ha separado?, ¿porque da malas contestaciones? No lo entiendo.

Por no hablar de la hermana pequeña, no veía a una niña tan odiosa desde el pequeño demonio de La Calumnia.

Resumiendo, que ya es hora, éste en mi "pequeño" análisis personal de Historias de Filadelfia, una película que tiene algunas de cal y tantas otras de arena y que tiene la suerte de escudarse tras grandes interpretaciones y un guión que arranca sonrisas pero no carcajadas. Quizás en su tiempo las arrancase pero hoy está seriamente desfasada.

Donald Odgen Stewart ganó el Oscar por el mejor guión, James Stewart ganó un Oscar como mejor Actor (hay quien dice que se lo dieron porque se lo debían por Caballero Sin Espada, quien sabe...) y Kate Hepburn remontó su carrera. Quizás podriamos decir que Historias de Filadelfia fue para Kate Hepburn lo que Eva al Desnudo fue para Bette Davis.

"Sin Historias de Filadelfia, Phil y Howard, mi vida habría sido muy diferente. Habría seguido adelante, pero a lo mejor mi carrera no lo habría hecho." Kate Hepburn.

Pues ya está justificada.

Un saludo a todos =)

Las citas de Katharine Hepburn y James Stewart han sido extraídas de "Katharine Hepburn. La Biografía". de Charlotte Chandler.

PD: Os dejo un enlace a una entrada que escribí sobre la biografía citada de Kate Hepburn, en el blog en el que colaboro:

link

lunes, 10 de enero de 2011

La loba (The little foxes, 1941)




Tres fueron las películas en las que William Wyler dirigió a Bette Davis: de Jezabel y La carta ya hemos hablado, hoy nos ocupa la tercera y última. Y si hasta ahora el papel de mala malísima de Bette Davis nos parecía genial, los que hayáis visto La loba estaréis de acuerdo conmigo en que aquí elevó la maldad a la categoría de arte: la codicia, la avaricia, la decadencia y la corrupción son temas centrales en esta obra, y Regina Giddnes (Bette Davis) reúne todos ellos con una maestría sobrenatural, es por eso por lo que con esta extraordinaria interpretación asentó su imagen de mala.

Lo que Bette Davis comenzó definiendo en Cautivo del deseo, terminó de bordarlo en La loba, jamás una malvada de cine consiguió que se la admirara tanto.

Basada en la novela de Lillian Helman (quien también hizo el guión), la película narra las peripecias de una arpía sureña, Regina Giddens (Bette Davis) y sus hermanos (otros lobos: Oscar y Ben Hubbard, Carl Benton Reid y Charles Dingle) en la lucha entre sí por conseguir aumentar aún más su riqueza. Para ello necesitan de la firma del marido, Horace Giddens (Herbert Marshall). Las cosas se complican, y para conseguir asegurarse el dinero de Horace, Oscar propone en matrimonio a su hijo Leo (Dan Duryea) con Alexandra (Teresa Wright), hija de Horace y Regina, a lo que tanto padre como hija se oponen (ella está enamorada de David Hewitt, interpretado por Richard Carlson).
A toda esta familia debemos añadir a Birdie Hubbard (Patricia Collinge), esposa de Oscar, y que sólo se casó con ella por la plantación de su familia y sus campos de algodón. Ella tiene problemas con el alcohol y está completamente anulada por todos.

Traiciones, robos y mentiras entre hermanos, harán que los planes iniciales se vengan abajo y los chantajes y la muerte destapen la verdadera personalidad de todos los allí reunidos.




Al terminar el rodaje, Wyler y Davis acabaron mal, mal, mal... Si en Jezabel Bette Davis se comportaba de la forma más mansa posible, aquí se dejó llevar por su personaje y fue todo lo insoportable que se pueda llegar a imaginar.

A William Wyler le encantaba Bette Davis, la admiraba, la consideraba la mejor. Sin embargo, como a tantos otros, le resultaba muy complicado trabajar con ella y soportarla tantos días. Comenzó el rodaje y con ello las discusiones y los gritos entre director y actriz, y no solamente por la interpretación, también por el vestuario, la peluquería, el maquillaje...

Wyler le pidió moderación en la interpretación, no quería una mujer débil, pero tampoco que estuviera excesivamente fuerte. El personaje era el de una mujer ambiciosa, soberbia, caprichosa, avariciosa... y Bette Davis hizo eso y mucho más, ya que llevó la maldad del personaje al límite, haciendo aún más visibles los defectos de Regina.

Los gritos y las peleas eran constantes en el set de rodaje. Una noche, Bette Davis abandonó el set de rodaje dejando a todos colgados. En ese momento, William Wyler se dijo a sí mismo que jamás volvería a trabajar con ella.
Terminaron la película sin hablarse.



En la foto, Bette Davis y Teresa Wright escuchando las instrucciones de William Wyler.


Pese a todo, y es mi percepción, creo que Bette Davis hizo bien en seguir su instinto a la hora de interpretar a Regina Giddens en lo de que estuviese comedida, pienso que al dar esa imagen fuerte consiguió una interpretación más creíble, convincente y mucho más acorde con la maldad del personaje.





Esta película desató una lucha sin cuartel entre Tallulah Bankhead y Bette Davis (más bien de la primera contra la segunda), ¿por qué? Tallulah interpretó el papel de la Sra. Giddens en Brodway y cuando supo de la adaptación cinematográfica se hizo muchas ilusiones, por lo que sintió que le había robado el papel.

Fuera por celos, rabia o envidia, lo cierto es que Tallulah Bankhead estaba muy equivocada: la película no iba a ser rodada por la Warner Brothers, estudio bajo el cual Bette Davis tenía su contrato, esta película lleva el sello de la Metro Goldwyn Mayer bajo la marca de una filial del hijo del Sr. Goldwyn Mayer,The Samuel Goldwyn Studio y tanto él como el director querían a toda costa a Bette Davis, para nada estaban interesados en Tallulah pues consideraban que la primera estaba mucho más preparada y era mucho mejor actriz, además, Bankhead no era muy querida ni por el público ni por la crítica, sus películas eran un rotundo y absoluto fracaso (pasó 11 años sin hacer cine, aunque se concentró en el teatro, donde estaba muy bien mirada y cotizada).

A la hora de negociar el contrato con Jack Warner hubo otro trifulca: éste pedía una cifra desorbitada por su actriz de cabecera, algo que la filial del estudio del león no estaba dispuesto a pagar. Pero las presiones del director y Samuel Golwdyn Jr., que por todos los medios posibles querían a la Davis, así como la propia actriz, que no cesó hasta que el estudio la cedió.


Se dice que William Wyler aconsejó a Bette Davis que fuese al teatro a ver la obra, allí comenzó a forjar su interpretación: mientras que Tallulah hacía de mujer que se tenía que defender de sus hermanos, Bette hizo de Regina una depredadora. El director tampoco quería un personaje caracterizado como una víctima de los acontecimientos... pero no se podía imaginar que la fuerza que le dio la "reina de Hollywood" iba a ser precisamente lo que diese al traste con el tándem.


Horace y Regina Giddens.



Curiosidades:

- El personaje de David Hewitt no aparece en la obra, se incluyó para la adaptación cinematográfica a instancia del propio Wyler.
- La película se estrenó en el Radio City Music Hall de Nueva York, y ese mismo día, casi 23.000 personas vieron el film, según informó el New York Times, un récord de asistencia para la época.
- Desde 2003 el personaje de Regina Giddens está en el puesto 43 de los mejores villanos del cine americano. Baby Jane Hudson (interpretado también por Bette Davis) ocupa el 44.
- Al día siguiente de Bette Davis abandonar el set de rodaje, comenzaron a circular rumores sobre la posible sustituta: Miriam Hopkins (que Jack Warner ofreció en un principio para el papel en lugar de Bette Davis) y Katharine Hepburn sonaron con más fuerza. Pero ni el director ni el productor lo confirmaron.
- La película estuvo nominada a 9 premios Oscars, incluyendo Mejor película; Mejor director; Guión adaptado; Mejor actriz principal; Mejor actriz secundaria (tanto Patricia Collinge como Teresa Wright), entre otras.



Los hermanos Hubbard juntos. También Oscar Hubbard.


Con La loba, Bette Davis consiguió una de sus interpretaciones más aplaudidas y toda una referencia en el cine.

El mito se fortaleció, y aunque resultase conflictiva, dura e inflexible en las distancias cortas, Bette Davis demostró ser una actriz inimitable e inigualable.


Hasta la próxima entrada corazones.